Tuesday, April 03, 2007

FEDON O DEL ALMA

Y al oírle nosotros, sentimos vergüenza y contuvimos el llanto. El por su parte, después de haberse paseado, cuando dijo que se le ponían pesadas las piernas se acostó boca arriba, pues así se lo había aconsejado el hombre. Al mismo tiempo el que le había dado el veneno le cogió los pies y las piernas y se los observaba a intervalos. Luego, le apretó fuertemente el pie y le preguntó si lo sentía. Sócrates dijo que no. A continuación hizo lo mismo con las piernas, y yendo subiendo de este modo nos mostró que se iba enfriando y quedándose rígido. Y le siguió tocando y nos dijo que cuando le llegara al corazón se moriría.
Tenia ya casi fría la región del vientre cuando, descubriendo su rostro pues se lo había cubierto dijo éstas que fueron sus últimas palabras:
Oh Critón debemos un gallo a Asclepio. Pagad la deuda, y no la paséis por alto.
Descuida que así se hará le respondió Critón -. Mira si tienes que decir algo más.
A esta pregunta de Critón ya no contestónm sino que al cabo de un rato tuvo un estremecimiento, y el hombre le descubrió: tenía la mirada inmóvil. Al verlo Critón le cerró la boca y los ojos.
Así fue oh Equécrates el fin de nuestro amigo, de un varón que como podríamos afirmar fue el mejor a más de ser el más sensato y justo de los hombres de su tiempo que tratamos.

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